Terapia Juvenil
Como trabajamos?
¡No quiero hacer terapia!
Cuando esto sucede, es importante que puedas pensar el porqué.
Tengo que decir que pedir ayuda, es una de las cosas más difíciles que hay. Ya que por un lado estás reconociendo que tú solo o sola no puedes, y por otro lado, tienes que compartir cosas, seguramente, muy íntimas para poder ser ayudado o ayudada. No es nada fácil!
No obstante, comentarte que todo el proceso es totalmente confidencial. Nada de lo que se habla en las sesiones puede ser compartido con nadie. Ni siquiera con los padres o tutores. Por lo tanto, se harán sesiones de seguimiento con ellos, pero siempre preservando la confidencialidad del proceso terapéutico.
En ocasiones, el hecho de tener que iniciar una terapia no es discutible, por lo tanto, no habrá la opción de no ir al psicólogo. Pero sí puedes mirar de implicarte en el proceso de encontrar «tu o tu terapeuta», esto, sin lugar a dudas, puede ayudarte a sentirte más predispuesto/a.